Los pinos hacen falta para alimentar las fábricas de celulosa, las pasteras. Que a su vez necesitan mucha agua para producir la pasta. Por eso insistimos en que la instalación de más fábricas de pasta no responde a traer contaminación a nuestros paíces, sino a “robarse el agua”.
Pinos y soja necesita el primer mundo y no nosotros. Si seguimos haciendo caso a la necesidad de los otros, nos quedamos sin agua y sin vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario